No se me ha vuelto a olvidar.

No digo más.

Cuando nacemos no elegimos.
Nadie en el momento de nacer tiene capacidad de razonar o saber cuáles y cómo serán sus condiciones. La familia y la estructuras es algo que, (unas veces por suerte, y otras por desgracia) no podemos elegir.

Capitán de vuelos, navegante de cielos.

-Y ahora, ¿hacia dónde volamos señor capitán?
-Hacia ningún rumbo fijo.
-¿Entonces?
-Vamos a partir en busca de nuestros sueños.

.

Me canso de tener paciencia, se me agotan las esperanzas, y pierdo la cabeza.

Sin límites, lo lograrás. Convéncete.

Dijo: "puedo volar".
Intentó convencerse a sí misma de que podría llegar a hacer aquello que parecía imposible en los humanos. Entonces, apretó los puños, tensó el cuerpo, cogió fuerza, y volvió a repetirse en voz alta:
-puedo volar, puedo volar, ¡¡puedo volar!!
Y voló.

A veces tan sólo hay que convencerse de que se puede, para poder. En ocasiones lo único que hace falta para conseguirlo es creer en nosotros mismos y en que lo conseguiremos aunque el resto del mundo lo considere, por defecto, "imposible". Entonces, cuando hayamos hecho eso, cuando nos hayamos convencido mental e interiormente de que la solución es poder, y podemos, ese día podremos.
¿Qué le importa al resto del mundo, si tú has conseguido volar? Si lo has hecho sin motores, ni alas ni viento. ¿A quién le importa que el resto no pueda? Tienes que querer tú. Tienes que poder tú.
Porque el límite no está en el cielo, ni en el suelo, ni en el resto. El límite está en ti. Y ahora... "where is the limit?".

Do-c.

Es inevitable hoy acordarme de aquel día doce... Claro que, ya no sirven para nada esos recuerdos, mas que para adornar y ocupar un lugar en el pasado.
Joé, pero fue bonito, eso sí que es cierto... inocencia combinada hasta el punto de sacar como producto la felicidad.
Han pasado años, discusiones, reconciliaciones, apartos de miradas y sonrisas de nuevo. Y, finalmente, por lo general nos quedamos con lo bueno. Al fin y al cabo fueron cosas que nunca vamos a olvidar. De algún modo eso también nos enseñó algo de nosotros mismos.

Cambios, sin más.

He abierto los ojos. En un arrebato de tranquilidad me he dado cuenta. He cambiado.
Normal, todo ser humano a lo largo de su vida lo hace. Todos pasamos una serie de circunstancias que ni elegimos ni queremos, pero nos enseñan de algún modo a vivir. Y tras esas experiencias, después de aprender, por pequeña que sea la enseñanza, se cambia. Sin elegirlo ni quererlo tal vez, pero se hace.
Y un día cualquiera, como por ejemplo hoy, me he dado cuenta de que he aprendido y de algún modo ese aprendizaje lo he aplicado a mi modo de existencia. Aunque aún me queden más cosas por aprender de las que ya sé, aunque eso no sea todo ni lo más importante que deba saber.
El caso es que ha cambiado mi vida, mis objetivos, mis planes, mis ideales, mis preferencias, y sobretodo... He cambiado yo.

No, y punto.

Pero... ¿Esto qué es? Sí señor... Hasta aquí podríamos llegar... No. No pienso permitir esto. Y cuando yo digo que no, es que no. Negación rotunda y definitiva, por tiempo indefinido. Sacabó.

Irse.

-Eh eh, ¿Dónde vas?
-No sé hacia dónde voy, no sé si quiero irme, ni si quiera sé si debo cambiar mi rumbo. El caso es que me voy, me estoy yendo. Y cuando menos me lo espere, ya me habré ido. Y no habrá forma de volver...
Pero me voy, lejos. Muy lejos. No quiero seguir permaneciendo aquí. El humo de esta gran ciudad me ahoga, la falta de naturaleza me cohibe, todo es demasiado artificial. ¿Estamos locos? No, no lo estamos, en todo caso, lo estoy. Y tampoco lo creo. Sólo quiero tranquilidad, naturaleza, aire limpio. Un lugar simple en el que poder llevar acabo todos mis proyectos de futuro y supervivencia por los que llevo luchando desde que terminé mi carrera. Y quiero alejarme de toda esta basura, quiero encontrar mi sitio y hacer mi hueco. Estas son mis expectativas, la oportunidad y el momento.

BIEEEENNN!!!

He detectado el problema. Ya sé dónde está el fallo, ya sé por qué ahora sí funciona y antes no lo hizo. Ya entiendo qué hago ahora y antes no hice (aunque no era sólo cosa mía). Estoy aprendiendo a hacer las cosas bien. Y quiero seguir aprendiendo. Quiero hacerlas mejor. Superarme, progresar, aprender y avanzar.

Me.

Nunca me faltó valor.