miércoles, 12 de diciembre de 2012

Do-c.

Es inevitable hoy acordarme de aquel día doce... Claro que, ya no sirven para nada esos recuerdos, mas que para adornar y ocupar un lugar en el pasado.
Joé, pero fue bonito, eso sí que es cierto... inocencia combinada hasta el punto de sacar como producto la felicidad.
Han pasado años, discusiones, reconciliaciones, apartos de miradas y sonrisas de nuevo. Y, finalmente, por lo general nos quedamos con lo bueno. Al fin y al cabo fueron cosas que nunca vamos a olvidar. De algún modo eso también nos enseñó algo de nosotros mismos.

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