miércoles, 7 de noviembre de 2012

Estaba, ergo no estoy.

Os cuento: yo estaba enamorada de una persona, sí, de veras que lo estaba... Y posiblemente os preguntéis: -¿estabas? Ergo ¿ya no lo estás?.
Pues mirad, sinceramente no lo sé, ya no sé cómo estoy, sólo sé que esa persona hace un tiempo dejó de existir. Con lo cual, cuando algo muere, hacia lo único que podemos sentir amor, es hacia los recuerdos. Porque a veces las cosas están tan marchitas que, por mucho que las queramos regar, es imposible que vuelvan a tener vida... Y eso es así, por más que pueda dolernos.

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