martes, 28 de mayo de 2013

Hoy partimos desde el lado opuesto al pasado.

De fondo el sonido de las agujas del reloj. Al compás marcando el tiempo, sin acelerar o ralentizar el ritmo y sin parar; constantes. 
Aún no ha anochecido, pero poco le falta, el ocaso está al llegar. 
Y de repente, llegando casi al final del día, algo que no estaba planeado para ocurrir hoy ni en este momento, ocurre.
Cómo ha cambiado todo, ¿no?. Cómo hemos cambiado incluso nosotros mismos. Y no sólo personalmente, el físico también se ha transformado. Quien nos viera y quién nos ve. Las facciones de la cara, las sonrisas, los rasgos. El brillo de los ojos y de la piel en general, no es el mismo. Últimamente la gente no hace más que decirme cosas tipo "qué guapa estás", "veo que estás bien por allí", "me gustaba más el pelo largo", "me gusta más el pelo así"... cómo hemos cambiado.
Y no sólo yo; yo y tú. Te veo muy distinto, y desmejorado a la vez. Tal vez a ti también te digan eso de que "estás muy guapo", y de vez en cuando te pregunten: "¿Te has cortado el pelo o es que te ha crecido la cabeza?". Seguramente, pero yo te veo todo lo contrario.
No sé, no me hagas mucho caso, a lo mejor son cosas mías y se me ha volado la cabeza (esto puede ocurrir frecuentemente).
El caso es que los años y los meses pasan. Las semanas, los días y los minutos se nos gastan. Van sucediendo unos tras otros y hasta que no llegamos a cierto punto no somos conscientes de todo lo que ha ocurrido. Y es bastante lo que ocurrió.
Pero hasta que no vemos que a día de hoy partimos desde el lado puesto al que partíamos en el pasado... hasta que no nos miramos al espejo o vemos en las fotos que nuestras caras son totalmente distintas... hasta que la vida no nos ha dado una vuelta completamente, a veces no somos capaces de ver todo lo que hemos vivido.
Y en lo invertido en vivir no importa la duración que tuvo, sino la intensidad con la que se disfrutó.
Así que, supongo, que ahora el cambio será proporcional a la intensidad con la que vivió cada uno, o sino es así, eso me gustaría pensar. 
Con lo cual, me alegro de que haya a quien le gustase más mi pelo largo, y me alegro de que no me guste tu aspecto actual; porque los mayores cambios en uno mismo siempre son los más difíciles de aceptar por el resto. Y lo importante ahora, es haber cambiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario