martes, 2 de abril de 2013

Imposible-inalcanzable. Un despiste.

En una (de tantas) de mis reflexiones, he llegado a la conclusión de que...
La palabra "imposible" la inventaron para despistar. Para achantarnos y hacernos creer "inalcanzable" aquello a lo que estábamos dispuestos.
Alguien más lo estaba, y se sentía inferior a nosotros mismos. Por eso necesitaba convencernos de que no podríamos lograrlo y debíamos dejar de intentarlo. (Eso se llama dejarse convencer y dejarse ganar. Y no, no podemos permitírnoslo).
Pues bien, pienso que esas dos palabras van ligadas, tienen demasiado en común. Con lo cual... Si hasta el cielo y el espacio se pueden alcanzar... aquello que nos dijeron que no podríamos lograr, también podremos hacerlo. Y luego lograrlo.
Soy una rival dura, demasiado... Para enfrentarme a esto que llaman "vida", y que no es otra cosa, que lo que yo misma decido vivir.

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