viernes, 8 de febrero de 2013

Tempus fugit.

Cuando te acuerdes del tiempo, acuérdate de que vuela... Y de que podrás hacerlo tú también.
El tiempo, aquello que asusta, puede que sea lo mismo que devuelva la vida, la fuerza y las ganas.
En el instante necesario te concederá la circunstancias precisas, y en el adecuado te presentará el momento. Entonces tómalo. Él es quien lo concede, pero tú eres quien decide qué hacer con él.
Lo indudable es que las cosas llegan cuando deben, y el tiempo concede el instante en el momento adecuado; y lo real es que si pretendemos adelantarnos, nos lo arrebatará hasta que crea necesario volvérnoslo a presentar.
Entonces, cuando haya llegado, podrás hacer todo cuanto desees. Pero ¡Ojo! No lo dejes escapar... recuerda que vuelas, porque puede volar él.

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