lunes, 29 de octubre de 2012

Enfrentar. Derrotar.

Y de repente empezó a sonar. Maldito momento en que el reportero quiso compartir aquella melodía con sus oyentes.
Al compás de la banda sonora una voz fuerte y firme, acompañada de un conjunto que a coro lograban convertir aquella canción en una piel erizada.
Él gritaba, hablaba, decía. Cantaba. Mostraba y enfrentaba la situación. Se quejaba de aquello y no estaba conforme.
Ella tampoco. No podía soportar todo aquello. Cuanto más fuerte y firme era la letra más débil se hacía. Demasiada presión. De repente se había visto sumergida en una situación en que no quería encontrarse, ni sabía afrontar. Nisiquiera lo esperaba. Y sin más remedio, lo hizo. Y después escuchó la canción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario